Empezamos esta nueva etapa de "Sonóman@s" con mi primer post en el mundo de las crónicas musicales que explora la dualidad música-sensación.
Hoy me incorporo a Sonóman@s con las ganas de compartir lo que la música hace en mí. Y empiezo con el recuerdo de una noche mágica que he rememorado con un correo que recibí. La energía que Björk Guðmundsdóttir, más conocida como "Björk", dejó un día de noviembre en suelo peruano remeció los cimientos de nuestro propio ser, transportándonos a un cosmos en el que cada espectador se volvió partícula de un big bang que explotó en nuestros oídos. Ibamos dispuestos a darlo todo y a envolvernos en la potente burbuja que su voz nos regaló, en un nuevo lugar en el que nos declararíamos independiente de todo lo que nos impidiera disfrutar de esa locura que ella nos iba a contagiar.
Debo reconocer que conociendo a esta islandesa, intuía lo que el "Volta" (su última producción discográfica) me traería. Lo que escuché aquella primera vez en la tranquilidad de mi habitación fueron sonidos que transmitían fuerza pero sobretodo libertad. "Declare independence" es una canción que va en esa dirección, libre, sin ataduras, donde todo está permitido, a la que interpretó en su concierto gritando previamente: "Viva la revolución". Frase que más allá de guardar relación con algún rollo político, nos invita a revolucionar nuestra sonoridad y abrir nuestra mente a la creatividad.
El video (hecho por el inefable Michel Gondry) si bien hace alusión asolapada a un conflicto de soberanía entre Groenlandia y Dinamarca, tiene esos destellos lúdicos y geniales que te hacen querer más.
