Tenemos distintas maneras de percibir el tiempo. No solamente se trata de un tema cultural, de si realmente todo es un eterno retorno o si simplemente estamos quemando etapas que no se repiten en la lìnea recta de episodios que marcan nuestra vida. Creo más bien que la mayor confusión de muchas personas es no entender cómo transcurre tan rápido el día, la noche, el amanecer, el ocaso. Cómo nos sorprende que sin darnos cuenta estemos arrancando con cada vez más prisa, las hojas de un calendario que con letras enormes nos muestra la palabra "Setiembre", cuando apenas hace poco nos sentíamos detenidos en meses estivales.
Definitivamente es un gran misterio comprender y aprehender este diluir constante de los segundos, de los latidos, de la frecuencia de nuestras respiraciones. Y sin querer terminar de entender hacia donde vamos, empujados por la inercia de los días, este blog se fue quedando al fondo, lejano, como un pequeño puntito que casi no se percibía ya en el horizonte. Y entonces, ha llegado el momento de reaparecer, para seguir compartiendo líneas que son el pretexto para recomendar canciones, o cómo me dijo alguien especial alguna vez, postear canciones que son el pretexto para escribir. Hay muchas canciones que quisiera postear ahora, voces reinventadas, pequeños tesoros que llegan a tí por azar, circunstancias sonoras que se cruzan insolentemente en tu camino. Soy indecisa, pero en esta ocasión la tengo clara. Posteo a Janis porque te encanta esta canción y porque te la debo, lo sabes.
Con ustedes, les dejo a Janis Joplin, en una canción original de los Bee Gees. Posteo ambas versiones , ya queda en cada uno elegir su favorita.
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